Fuente: Science Daily - 6 de septiembre de 2022
Fuente: Instituto Max Planck de Química
Los fenómenos meteorológicos extremos sin precedentes y socialmente perturbadores, como las olas de calor, las sequías, las tormentas de polvo y las lluvias torrenciales, serán pronto una realidad a menos que se tomen medidas climáticas inmediatas, ambiciosas y transfronterizas, según un nuevo informe.
Un nuevo informe elaborado por un grupo internacional de científicos y publicado en la prestigiosa revista Reviews of Geophysics, identifica el Mediterráneo oriental y Oriente Medio, como un punto caliente del cambio climático, y concluye que la región se está calentando casi dos veces más rápido que la media mundial, y más rápidamente que otras partes habitadas del mundo. Para lo que queda de siglo, las proyecciones basadas en una trayectoria como la que se sigue en este momento indican un calentamiento global de hasta 5°C o más, que será más intenso en verano y estará asociado a olas de calor sin precedentes que pueden ser socialmente perturbadoras. Además, la región experimentará una escasez de lluvias que comprometerá la seguridad hídrica y alimentaria. Se espera que prácticamente todos los sectores socioeconómicos se vean afectados de forma crítica, con impactos potencialmente devastadores en la salud y los medios de vida de los 400 millones de habitantes del Mediterráneo oriental y Oriente Medio, con implicaciones a nivel mundial.
El informe, elaborado bajo los auspicios del Instituto Max Planck de Química y el Instituto de Chipre, como preparación para la COP27, que tendrá lugar en Egipto en noviembre de 2022, ofrece una evaluación actualizada y exhaustiva de los datos de medición y los análisis climáticos recientes, que abarca una amplia gama de escalas temporales, fenómenos y posibles trayectorias futuras. Identifica a la región como un punto caliente del cambio climático, y también señala que esta zona está superando rápidamente a la Unión Europea como fuente de gases de efecto invernadero, y convirtiéndose en un importante emisor a escala mundial.
Además del aumento medio de las temperaturas, los investigadores llaman la atención sobre la aparición de fenómenos meteorológicos extremos con efectos potencialmente perturbadores para la sociedad. Entre ellos, el fuerte aumento de la gravedad y la duración de las olas de calor, las sequías y las tormentas de polvo, así como las lluvias torrenciales que se prevé que desencadenen inundaciones repentinas. La evaluación también incluye un debate sobre la contaminación atmosférica y el cambio de uso del suelo en la región, considerando la urbanización, la desertificación y los incendios forestales, e incluye recomendaciones para posibles medidas de mitigación y adaptación al cambio climático.
"Las trayectorias habituales para el futuro", es decir, las proyecciones que suponen que no se toman medidas climáticas inmediatas y ambiciosas para evitar las trayectorias climáticas actuales, "implican una expansión hacia el norte de las zonas climáticas áridas a expensas de las regiones más templadas", explica el Dr. George Zittis, del Instituto de Chipre, primer autor del estudio. Como consecuencia, las zonas climáticas montañosas con nieve disminuirán durante este siglo. La combinación de la reducción de las precipitaciones y el fuerte calentamiento contribuirá a provocar graves sequías. Se prevé que el nivel del mar en esta zona suba a un ritmo similar al de las estimaciones mundiales, aunque muchos países no están preparados para el avance del mar. "Esto implicaría graves problemas para las infraestructuras costeras y la agricultura, y puede provocar la salinización de los acuíferos costeros, incluido el densamente poblado y cultivado Delta del Nilo", advierte Zittis.
Los cambios previstos afectarán de forma crítica a prácticamente todos los sectores socioeconómicos, sobre todo en un escenario de continuidad. Jos Lelieveld, director del Instituto Max Planck de Química, profesor del Instituto de Chipre y coordinador de la evaluación, señala: "Las personas que viven en el el Mediterráneo oriental y Oriente Medio se enfrentarán a importantes problemas de salud y riesgos para su subsistencia, especialmente las comunidades desfavorecidas, los ancianos, los niños y las mujeres embarazadas". Para evitar los fenómenos meteorológicos más extremos en la región, los científicos destacan que es urgente una acción climática inmediata y eficaz. "El lema de la COP 27 está bien elegido: Juntos por una aplicación justa y ambiciosa ahora", afirma Jos Lelieveld. "Dado que muchos de los resultados regionales del cambio climático son transfronterizos, es indispensable una mayor colaboración entre los países para hacer frente a los impactos adversos previstos. La necesidad de cumplir los objetivos del Acuerdo de París se ha vuelto más importante que nunca", concluye Lelieveld. El estudio señala que el cumplimiento de los principales objetivos del Acuerdo de París podría estabilizar el aumento anual de la temperatura en el Mediterráneo oriental y Oriente Medio a unos 2 °C para finales de siglo, en lugar de los devastadores 5 °C que se prevén en un escenario sin cambios.
Las posibles opciones de adaptación y las recomendaciones políticas señaladas en el informe para contribuir a la consecución de estos objetivos subrayan la necesidad de aplicar rápidamente medidas de descarbonización con especial énfasis en los sectores de la energía y el transporte, que dominan las emisiones de gases de efecto invernadero en los EEMM. El informe también subraya la importancia de los cambios transformacionales hacia la resiliencia climática para adaptarse a unas condiciones ambientales cada vez más difíciles. Entre las áreas prioritarias se encuentran la gestión de los recursos hídricos limitados y la preparación para los fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes, como las olas de calor, que serán especialmente difíciles para la creciente población urbana.
* Los 17 países incluidos en el análisis del informe son Arabia Saudí, Bahréin, Chipre, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Grecia, Irán, Irak, Israel, Jordania, Kuwait, Líbano, Omán, Palestina, Qatar y Turquía.