por: Alejandro Thamm, para Climaterra - 30 de marzo de 2022
El calentamiento global debido a la quema de combustibles fósiles, está desestabilizando procesos biológicos que durante mucho tiempo se consideraron inamovibles.
Al final del invierno los días se alargan, hay más horas de sol, las temperaturas aumentan, aumenta el metabolismo de plantas y animales. Las plantas brotan, producen hojas y flores, esto sirve de alimento a los insectos que crecen y se reproducen. A su vez algunos insectos son el alimento de aves y otros animales. De modo que con el fin del invierno, todos los procesos vitales se activan en la naturaleza.
Todas estas actividades se han producido durante siglos en fechas más o menos fijas. Sin embargo en los últimos años se puede notar cómo los veranos se han alargado, y los inviernos se han acortado. Esto no es más que una de las caras visibles del calentamiento global. Y como sabemos, el calentamiento global es debido al aumento de CO2 en la atmósfera producto de la quema de combustibles fósiles que nuestra especie viene haciendo en forma acelerada desde el inicio de la era industrial.
Las fechas de floración de las plantas, por ejemplo se han mantenido casi inamovibles durante los siglos. Por ejemplo la floración de los ciruelos (ume) o del cerezo (sakura) marca momentos precisos en la cultura japonesa, y en general se producía en fechas bastante fijas.
Hace pocos días (Marzo 24, 2022) se publicó un estudio sobre aves y las fechas de puesta de huevos de varias especies del noroeste de los EEUU. Sobre 72 especies de aves analizadas, un tercio adelantó la fecha de puesta de huevos en un valor promedio de 25,1 días. Se analizaron datos a lo largo de 143 años, utilizando datos de registros históricos del período 1872 a 2015
Es importante destacar, que si no se mantiene un cierto sincronismo, entre las diferentes especies que forman un ecosistema, como ser el brotado y florecimiento de las plantas que alimentan a los insectos que a su vez alimentan a las aves, se corre el riesgo que se produzca un desfasaje entre la necesidad y la disponibilidad de comida, con la posible pérdida de muchas crías.