Exactamente tres años después de la entrada en vigor del acuerdo, la administración Trump notificó a la ONU su retirada unilateral del acuerdo sobre el clima.
Después de haber sido duramente negociado en diciembre de 2015, y firmado con gran fanfarria el 22 de abril de 2016, el Acuerdo de París sobre el Clima va a tener un signatario menos, el país que históricamente más emitió, los Estados Unidos inició, esta semana, el retiro formal del mismo.
El Acuerdo de París entró en vigor ocho meses después, el 4 de noviembre de 2016, después de alcanzar el umbral mínimo de ratificación requerido: esto es 55 países que representen al menos el 55% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI). En el momento de la firma, unos 15 Estados, principalmente pequeños países insulares que ya estaban gravemente amenazados por el aumento del nivel del mar, ya habían ratificado el texto.
¿A qué se comprometieron los países?
Mantener las temperaturas mundiales "bastante por debajo" del nivel de los 2 ºC, por encima de los tiempos preindustriales, y "tratar de limitarlas" aún más, a 1,5 ºC.
Limitar la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos por la actividad humana a niveles que puedan absorber naturalmente los árboles, el suelo y los océanos, comenzando en algún punto entre los años 2050 y 2100.
Revisar cada cinco años la contribución de cada país a recortar las emisiones de carbono para poder aumentar el compromiso.
Permitir a los países ricos ayudar a las naciones más pobres con "financiación climática" para adaptarse al cambio climático y cambiar a las energías renovables
Una retirada simbólica de los Estados Unidos
La ratificación de los dos pesos pesados, China y Estados Unidos, el 3 de septiembre de 2016, supuso un gran paso adelante para la entrada en vigor del acuerdo, ya que en conjunto representan el 38% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Para el 21 de septiembre de 2016, 31 nuevos países habían ratificado el acuerdo en una ceremonia oficial en Nueva York, llegando entonces a los 55 países necesarios para que el acuerdo entrara en vigor, pero sin alcanzar el umbral de emisiones de gases de efecto invernadero (55%).
Estas condiciones se cumplieron después de que once países (Bolivia, Nepal, Canadá y la Unión Europea, como organización y siete de sus países miembros) lo ratificaran el 5 de octubre de 2016. La entrada en vigor tuvo lugar treinta días después.
La anunciada retirada de los Estados Unidos es muy simbólica, no pone en peligro la existencia del Acuerdo de París, ya que las emisiones totales de los países que han ratificado el texto se reducirían del 97% al 79%, lo que es más que el mínimo requerido.
Observaciones: clikeando en el gráfico el link dirige a la página de Le Monde y luego se puede clikear cada país y ver la situación de la adhesión al Acuerdo.
Entonces en lo formal no tiene consecuencias, el Acuerdo sigue en pie, pero en lo referente a las posibilidades de detener el calentamiento global, ¿cuáles son las consecuencias?:
1. Daño al mundo
No cabe duda de que la salida del Acuerdo de París impulsada por Trump dificultaría que el resto del mundo alcance las metas que se trazó en el marco del pacto: mantener el alza de la temperatura global por debajo de los 2ºC.
Estados Unidos contribuye con alrededor del 15% de las emisiones de carbono mundiales, pero también es una fuente significativa de financiamiento y de tecnología en países subdesarrollados que llevan adelante esfuerzos para luchar contra la subida de las temperaturas.
2. La oportunidad de China
La relación clave que lideró la negociación en el Acuerdo de París fue la de Estados Unidos y China.
Barack Obama y Xi Jinping encontraron suficientes puntos en común para construir una llamada "coalición ambiciosa" con islas pequeñas y la Unión Europea. La esperanza es que China lidere entonces la construcción de una "civilización ecológica"
Como puede verse China está haciendo un muy buen trabajo en el desarrollo de las energías renovables, aunque continúa siendo muy dependiente del carbón