El agua y el cambio climático

Fuente: ONU - Marzo 2020

El agua es el principal medio a través del cual sentiremos los efectos del cambio climático ya sea por exceso o defecto.

La disponibilidad de agua se está volviendo menos predecible en muchos lugares, y el aumento de la incidencia de las inundaciones amenaza con destruir los lugares donde se almacena agua, las instalaciones sanitarias y contaminar las fuentes de agua.

En algunas regiones, las sequías están agravando la escasez de agua y, por lo tanto, afectan negativamente a la salud y la productividad de las personas. Garantizar que todos tengan acceso a servicios sostenibles de agua y saneamiento es una estrategia fundamental de mitigación del cambio climático para los próximos años.

Datos y hechos

Se prevé que el aumento de las temperaturas en el planeta y el aumento de la variabilidad de las precipitaciones reducirán el rendimiento de los cultivos en muchas regiones tropicales en desarrollo, donde la seguridad alimentaria ya es un problema. (OMS)
Más de 2.000 millones de personas viven en países que experimentan un gran estrés hídrico. Es probable que la situación empeore a medida que crezca la población y la demanda de agua, y a medida que se intensifiquen los efectos del cambio climático. (Naciones Unidas, 2018)
Con el actual escenario de cambio climático, para el 2030, la escasez de agua en algunos lugares áridos y semiáridos desplazará entre 24 y 700 millones de personas. (UNCCD)
Para el decenio de 2080, las tierras no aptas para la agricultura en el África subsahariana, a causa de las graves limitaciones climáticas, de suelo, pueden aumentar de 30 a 60 millones de hectáreas. (FAO).
El cambio climático tendrá su impacto más directo en la supervivencia infantil por tres vías directas: el cambio del entorno de las enfermedades, una mayor inseguridad alimentaria y las amenazas al agua y el saneamiento. (UNICEF, 2019).
Se estima que para 2040, uno de cada cuatro niños menores de 18 años del mundo -unos 600 millones en total- vivirá en zonas con un estrés hídrico extremadamente alto. (UNICEF, 2017).
Los científicos, los agricultores y la comunidad empresarial consideran que la variabilidad, calificada como "fenómenos meteorológicos extremos", es uno de los riesgos más probables para la producción en los próximos diez años (WEF, 2015).

Desafíos

Se prevé que las temperaturas más elevadas y las condiciones meteorológicas más extremas y menos previsibles afectarán a la disponibilidad y distribución de las precipitaciones, el deshielo, los caudales de los ríos y las aguas subterráneas, y deteriorarán aún más la calidad del agua. Es probable que las comunidades de bajos ingresos, que ya son las más vulnerables a cualquier amenaza al abastecimiento de agua, sean las más afectadas.

Se prevén más inundaciones y sequías graves. Los cambios en la disponibilidad de agua también repercutirán en la salud y la seguridad alimentaria y ya se ha demostrado que desencadenan la dinámica de los refugiados y la inestabilidad política.

Oportunidades

El agua desempeña un papel fundamental en la forma en que el mundo mitiga los efectos del cambio climático y se adapta a ellos. Se necesita una visión integrada del agua, la biosfera y los flujos ambientales para concebir sistemas agrícolas y económicos sostenibles que nos permitan desacelerar el cambio climático, protegernos de los extremos y adaptarnos a lo inevitable al mismo tiempo.

El Acuerdo de París

El Acuerdo de París hace que todas las naciones se unan en una causa común para emprender esfuerzos ambiciosos para combatir el cambio climático y adaptarse a sus efectos, con un mayor apoyo para ayudar a los países en desarrollo a hacerlo. El acuerdo traza un nuevo rumbo en el esfuerzo mundial por el clima. Últimas actualizaciones aquí.