El cambio climático ha quintuplicado los desplazamientos internos en la última década, dice Oxfam.
Por Oxfam - Diciembre 2019
Los desastres provocados por el clima fueron el principal factor de desplazamiento interno en la última década, obligando a más de 20 millones de personas al año -una persona cada dos segundos- a abandonar sus hogares, dijo hoy Oxfam. Se espera que la polémica cuestión del apoyo financiero a las comunidades, incluidas las comunidades desplazadas, que han sufrido pérdidas y daños como resultado de la crisis climática, ocupe un lugar central en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Clima que se celebrará en Madrid del 2 al 13 de diciembre de 2019.
El informe de Oxfam "Forced from Home" (Forzados fuera de sus hogares) revela que el número de desastres climáticos relacionados con el clima que provocan el desplazamiento se ha quintuplicado en la última década. Hoy en día, las personas tienen siete veces más probabilidades de ser desplazadas internamente por ciclones, inundaciones e incendios forestales que por terremotos y erupciones volcánicas, y tres veces más probabilidades que por conflictos.
Aunque nadie es inmune -en las últimas semanas los incendios forestales en Australia y las inundaciones en Europa han desplazado a miles de personas-, el análisis de Oxfam muestra que las personas de los países pobres, que son los menos responsables de la contaminación mundial por carbono, son los que corren mayor riesgo.
Los pequeños Estados insulares, son siete de los 10 países que corren el mayor riesgo de sufrir desplazamientos internos debido a fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo. En promedio, casi el cinco por ciento de la población de Cuba, Dominica y Tuvalu, fueron desplazados por el clima extremo cada año en la década entre 2008 y 2018. Esto equivale a que casi la mitad de la población de Madrid se desplazara anualmente en España. Las emisiones per cápita de los pequeños Estados insulares en desarrollo representan alrededor de un tercio de las de los países de ingresos altos.
Los impactos desiguales de la crisis climática son evidentes en todo el mundo. Las personas en países de ingresos bajos y medios-bajos como India, Nigeria y Bolivia tienen más de cuatro veces más probabilidades de ser desplazadas por desastres climáticos extremos que las personas en países ricos como los Estados Unidos. Alrededor del 80 por ciento de todas las personas desplazadas en la última década viven en Asia, donde vive el 60 por ciento de la población mundial y más de un tercio de la población mundial que vive en la pobreza extrema.
Chema Vera, Director Ejecutivo en funciones de Oxfam Internacional, señaló: "Nuestros gobiernos están alimentando una crisis que está expulsando de sus hogares a millones de mujeres, hombres y niños, y las personas más pobres de los países más pobres están pagando el precio más alto".
La ONU debe concluir en la cumbre de Madrid con una revisión de los progresos realizados en el marco del "Mecanismo de Varsovia sobre pérdidas y daños", y los países en desarrollo presionarán para que se establezca un nuevo fondo que ayude a las comunidades a recuperarse y reconstruir después de las crisis climáticas.
Los países donantes ricos han dejado en gran medida a los países pobres para que ellos mismos cubran los crecientes costos de los desastres climáticos extremos. Un nuevo análisis de Oxfam muestra que las pérdidas económicas causadas por desastres climáticos extremos durante la última década fueron, en promedio, equivalentes al dos por ciento del ingreso nacional de los países afectados. Esta cifra es mucho más elevada en muchos países en desarrollo, hasta un sorprendente 20 por ciento en el caso de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.
"La gente está saliendo a las calles de todo el mundo para exigir una acción climática urgente. Si los políticos ignoran sus súplicas, más gente morirá, más gente pasará hambre y más gente se verá obligada a abandonar sus hogares", dijo Vera.
"Los gobiernos pueden y deben hacer que Madrid sea importante. Deben comprometerse a reducir las emisiones de manera más rápida y profunda y deben establecer un nuevo fondo para ayudar a las comunidades pobres a recuperarse de los desastres climáticos", agregó.
El informe "Forced from Home" (Forzados fuera de sus hogares) también pone de relieve que muchos países pobres se enfrentan a riesgos simultáneos y a veces interrelacionados a causa de los conflictos y la crisis climática. Por ejemplo, Somalia, uno de los países más pobres del mundo, con emisiones per cápita apenas una quinta parte de las de los países ricos, vio al 7,5 por ciento de su población -más de un millón de personas- desplazarse nuevamente por fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones o conflictos en 2018. Somalia también está luchando con años de sequía severa que ha destruido los cultivos y el ganado.
El informe muestra que los más pobres de la sociedad son los más vulnerables al desplazamiento provocado por el cambio climático. Por ejemplo, en marzo de 2019 el ciclón Idai desplazó a 51.000 personas en Zimbabwe. Las comunidades más afectadas vivían en las zonas rurales de Chimanimani y Chipinge, donde la infraestructura y la vivienda deficientes no podían resistir las fuertes lluvias y el viento. Las mujeres desplazadas son particularmente vulnerables, ya que, por ejemplo, se enfrentan a altos niveles de violencia sexual.