Fuente: BBC - Autor: Roger Harrabin - La Vanguardia - marzo 2021
Los electrodomésticos, como los heladeras, los lavarropas y los televisores, deberían durar más y ser más baratos según las nuevas normas que tendrán efecto en Gran Bretaña.
En marzo ha entrado en vigor en la UE y el Reino Unido el ‘Derecho a reparar’, una ley aprobada por el Parlamento Europeo (PE) en noviembre de 2020 que obliga a los fabricantes de neveras, lavadoras, secadores de pelo, televisores y otros productos de electrónica de consumo a garantizar que sus electrodomésticos puedan repararse durante al menos un periodo de diez años.
En Gran Bretaña, Los ministros han confirmado que a partir del verano los consumidores tendrán derecho a reparar los productos que compren. Cumplen así su promesa de aplicar las normas de la UE para reducir la energía y las facturas, así como la necesidad de nuevos materiales.
Muchos consumidores se han quejado de que los productos no duran lo suficiente y no se pueden reparar en casa.
Por primera vez, los fabricantes estarán obligados por ley a poner a disposición de los consumidores las piezas de recambio de los productos, un nuevo derecho legal para las reparaciones.
El objetivo de las nuevas normas es prolongar la vida útil de los productos hasta 10 años, y los funcionarios estiman que unas normas de eficiencia energética más estrictas ahorrarán a los consumidores una media de 75 libras al año en sus facturas a lo largo de su vida.
Según un estudio de las Naciones Unidas, en 2019 se generaron 53,6 millones de toneladas de residuos electrónicos en todo el mundo, nueve toneladas más que en 2014. Cada año, los europeos producen más de 16 kilogramos de este tipo de desechos por persona. Casi la mitad de estos desperdicios son electrodomésticos estropeados, y la UE solo es capaz de reciclar el 40%. El resto se convierte en una enorme montaña de basura de material potencialmente peligroso.
Proteger el medio ambiente
Se calcula que las nuevas normas reducirán el millón y medio de toneladas de residuos eléctricos que, según el Gobierno, se generan cada año en el Reino Unido y contribuirán a reducir las emisiones de carbono en general.
El Secretario de Empresa y Energía, Kwasi Kwarteng, declaró: "Nuestros planes para endurecer las normas de los productos garantizarán que se puedan reparar más aparatos eléctricos en lugar de tirarlos a la basura, lo que devolverá más dinero a los bolsillos de los consumidores y protegerá el medio ambiente".
"Nuestro próximo marco de eficiencia energética hará que los productos eléctricos utilicen aún menos energía y recursos materiales, lo que permitirá ahorrar dinero en las facturas y reducir las emisiones de carbono".
El tema ha sido promovido por la Comisión de Auditoría Medioambiental de los Comunes. Su presidente, el diputado Philip Dunne, declaró a BBC News: "Tomar medidas contra la obsolescencia programada de los artículos eléctricos es fundamental para hacer frente al tsunami de la basura electrónica.
Una de las iniciativas que ya se han puesto en marcha consiste en obligar a las empresas fabricantes a declarar cuánto tiempo durarán sus electrodomésticos y cuáles son los posibles métodos de reparación para los dispositivos. El primer país en dar un paso en este sentido ha sido Francia, donde los smartphones, televisores o portátiles tienen que incluir una etiqueta con una clasificación del 1 al 10 que indique la posibilidad de reparación de un producto. De este modo, el usuario está plenamente informado de qué facilidades existen para un hipotético arreglo en el futuro.
Puedes consultar aquí el Indice de reparabilidad de los teléfonos celulares
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