¿Cambio individual o cambio sistémico? Ambos son necesarios y se refuerzan estrechamente.
Fuente: Forbes Por Jeff McMahon
El movimiento climático ha estado dividido últimamente por un debate que enfrenta el cambio de estilo de vida individual contra el cambio sistémico, como si los dos compitieran.
Muchos expertos sostienen que ambos son necesarios y nuevas investigaciones los vinculan aún más estrechamente. El estudio encuentra que es más probable que el público apoye la acción sistémica si quienes la defienden tienen una huella de carbono baja.
"Es realmente importante que los científicos, u otros comunicadores sociales, muestren con sus acciones los comportamientos que reducen las emisiones de carbono de los que hablan", dijo uno de los autores, la profesora Elke Weber, en una entrevista publicada ayer por la Universidad de Princeton.
"Nuestra nueva investigación demostró que las huellas de carbono de quienes comunican la ciencia no sólo afectan su credibilidad, sino también el apoyo de la audiencia a las políticas públicas por las que los comunicadores abogaron", dijo Weber, Directora asociado de Educación del Centro Andlinger de Energía y Medio Ambiente de Princeton.
El estudio, titulado "Las huellas de carbono de los comunicadores del cambio climático afectan el apoyo político de su audiencia", puede explicar por qué Greta Thunberg ha logrado más que otros en comunicar la crisis climática e impulsar el activismo social. Thunberg ha insistido en el cambio individual -y ella ha sido un modelo- mientras aboga por el cambio sistémico.
"Las implicaciones de estos resultados son evidentes", escriben los autores en la revista Climatic Change. "La comunicación efectiva de la ciencia del clima y la defensa, tanto del cambio de comportamiento individual como del cambio de las políticas públicas, se ve ayudado cuando los que las impulsan lideran en el camino de reducir su propia huella de carbono".
Recientemente, el científico climático de la Universidad Estatal de Pensilvania, Michael Mann, advirtió que los negadores del clima están explotando los llamados a la acción individual para distraer la atención de la necesidad de un cambio sistémico. Algunos escritores interpretaron este argumento para enfrentar a Mann contra Greta, pero de hecho, Mann, un ardiente partidario de Greta, se limitó a argumentar que la acción individual no puede reemplazar a la sistémica.
Algunos, sin embargo, están esperando que lo sistémico reemplace a lo individual. La reportera de energía de Axios, Amy Harder, confesó recientemente su huella de carbono y sugirió que no la reduciría antes de que ocurra un cambio sistémico.
"No estoy perdiendo el sueño por mis hábitos de vuelo y alimentación", escribe, argumentando que los gobiernos deben promulgar políticas económicas para cambiar esos hábitos, "y sólo haré grandes cambios si las etiquetas de precios se hacen mucho más grandes".
Este estudio sugiere que Harder socava el mensaje de su trabajo:
"Encontramos que es más probable que la gente apoye las políticas si el defensor de esas políticas tiene una huella de carbono baja", escriben. "Nuestro hallazgo es que la huella de carbono también afecta el apoyo de la audiencia a las políticas públicas defendidas por el comunicador."
Pero no es demasiado tarde, señalan los investigadores, para que Harder aumente su impacto volando menos y comiendo menos carne:
"En un segundo estudio, mostramos que los efectos negativos de una gran huella de carbono en la credibilidad se reducen en gran medida si el comunicador reforma su comportamiento reduciendo su huella de carbono personal".
Dirigidos por Shahzeen Z. Attari de la Universidad de Indiana, los investigadores presentaron a 3,600 participantes que eligieran una de las siguientess propuestas de políticas:
Regular las emisiones de CO2
Impuesto sobre las emisiones de CO2
Aumentar la generación de energía nuclear
Estabilizar la población humana
Aumentar la energía renovable
Mejorar la infraestructura de transporte público
Inicialmente, los participantes expresaron su apoyo a cada política. Estaban a favor de aumentar la energía renovable en mayor medida y de estabilizar la población humana en menor medida, pero el apoyo a los seis sigó siendo neutro.
Luego los investigadores describieron a los defensores de estas propuestas, explicitando si tienen una huella de carbono alta o baja, basada en el uso de energía en sus casas, y nuevamente evaluaron el apoyo de los participantes.
"El alto consumo personal de energía en el hogar no sólo reduce la credibilidad de los investigadores", encontraron, "sino que también reduce el apoyo a la política defendida por el investigador".
El estudio tiene implicaciones para los defensores y comunicadores en general.
"Los defensores de las políticas que reducen las emisiones de carbono deben esperar argumentos ad hominem (es decir se toma como verdadero o falso lo que dice la persona basado en lo que la persona hace y no en lo que dice) basados en su propio uso de la energía. Estos argumentos son probablemente mejor contrarrestados si personalmente se lidera el camino y se demuestra cómo actuar en concordancia con las propias creencias y recomendaciones, y siendo un ejemplo que otros pueden seguir, en lugar de confiar principalmente en la comunicación de hechos científicos sobre el calentamiento global y sus riesgos".