Fuente: The Guardian - Febrero 2020
Una encuesta a 222 científicos concluye que las crisis climáticas, eventos meteorológicos extremos, extinciones, falta de alimentos y agua podrían conducir a un "colapso sistémico".
El mundo se enfrenta a una serie de emergencias interrelacionadas que amenazan la existencia de los seres humanos, porque la suma de los efectos de las crisis es mucho mayor que sus impactos individuales, según un nuevo estudio mundial.
El colapso del clima y las condiciones meteorológicas extremas, la pérdida de especies, la escasez de agua y una crisis de producción de alimentos son todos graves en sí mismos, pero la combinación de los cinco juntos está amplificando los riesgos de cada uno, creando una tormenta perfecta que amenaza con engullir a la humanidad a menos que se tomen medidas rápidas.
Los vínculos entre las crisis son claros en muchos casos, pero los métodos que el mundo ha elegido para tratar de resolverlos no tienen en cuenta estos factores de conexión. Por ejemplo, las olas de calor extremas pueden aumentar el calentamiento global, porque liberan grandes cantidades de carbono almacenado en los ecosistemas afectados, en un circuito de retroalimentación. Esto se ha visto claramente en los incendios forestales de Australia, que ya están contribuyendo significativamente al almacenamiento de carbono en la atmósfera.
Los vínculos no se detienen ahí: a medida que las olas de calor dañan los ecosistemas naturales, matando la vida silvestre y la flora, también conducen a una mayor escasez de agua, y a su vez dañan la agricultura. Estos efectos combinados exacerban el daño causado a las personas que luchan contra la escasez de alimentos y agua, en un círculo vicioso.
Frente a estas crisis de la naturaleza de forma individual, podría ser posible arreglar los problemas que las causan. Pero al enfrentarse a múltiples emergencias interrelacionadas que, en combinación, amplifican los impactos de las demás, las personas se enfrentan a peligros sin precedentes y muchas comunidades no pueden hacerles frente.
El informe, que adoptó la forma de una encuesta a 222 científicos destacados de 52 países, realizada por la red internacional de sostenibilidad Tierra Futura, concluyó que las respuestas a estas emergencias por parte de los gobiernos, la sociedad civil, las empresas y las instituciones no reconocían su naturaleza interrelacionada. Tratar de resolver los problemas individualmente, sin tener en cuenta los impactos "en cascada", probablemente sea ineficaz, dijeron los científicos.
Más de un tercio de los científicos encuestados dijeron que los cinco tipos de crisis se empeorarían mutuamente "de forma que podrían caer en cascada para crear un colapso sistémico mundial".
Si bien los riesgos se amplifican cuando se conectan, también lo hacen las soluciones. Siempre que se adoptan medidas para remediar los problemas ambientales, los beneficios también se multiplican en cascada: por ejemplo, la promoción de la fauna y la flora en un humedal también puede reducir la contaminación del agua y la erosión del suelo, y proteger los cultivos contra los daños causados por las tormentas, aliviando la escasez de agua y permitiendo una mayor producción de alimentos.
"A pesar de la omnipresencia de las conexiones [entre estas crisis inminentes], muchos científicos y responsables de la formulación de políticas están integrados en instituciones acostumbradas a pensar y actuar sobre riesgos aislados, uno a uno", dice el informe. "Esto tiene que cambiar, debemos empezar a pensar en los riesgos como conectados".
Amy Luers, la directora ejecutiva de Future Earth, dijo: "El 2020 es un momento crítico para analizar estos temas. Nuestras acciones en la próxima década determinarán nuestro futuro colectivo en la Tierra".
Los autores del informe instaron a que se cambiara la forma en que se manejaban los riesgos: "Hacemos un llamamiento a los académicos, líderes empresariales y responsables de la formulación de políticas del mundo para que presten atención urgente a estos cinco riesgos globales, y para que se aseguren de que son tratados como sistemas que interactúan, en lugar de abordarlos uno a uno de forma aislada".
El informe también advirtió de los problemas sociales que los científicos identificaron como posibles riesgos importantes para el futuro. Entre ellos figuraban el aumento del populismo y las noticias falsas, las tendencias migratorias y el aumento de la inteligencia artificial.