Fuente: Phys.org - por Robin Millard - 1 de julio de 2021
"La Península Antártica se encuentra entre las regiones de más rápido calentamiento del planeta: casi 3°C en los últimos 50 años", advirtió el director de la Organización Meteorológica Mundial de la ONU.
Las Naciones Unidas reconocieron un nuevo récord de temperatura en el continente antártico, confirmando una lectura de 18,3 grados Celsius (64,9 grados Fahrenheit) realizada el año pasado.
El récord de calor se alcanzó en la estación de investigación Esperanza de Argentina, en la Península Antártica, el 6 de febrero de 2020, dijo la Organización Meteorológica Mundial de la ONU.
"La verificación de este récord de temperatura máxima es importante porque nos ayuda a construir una imagen del tiempo y el clima en una de las últimas fronteras de la Tierra", dijo el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
"La Península Antártica es una de las regiones del planeta que más rápido se está calentando: casi 3°C en los últimos 50 años.
"Este nuevo registro de temperatura es, por tanto, coherente con el cambio climático que estamos observando".
La OMM rechazó una lectura de temperatura aún más alta, de 20,75C comunicada el 9 de febrero del año pasado en una estación brasileña de vigilancia automatizada del permafrost en la cercana isla Seymour, justo al lado de la península que se extiende hacia el norte, en dirección a Sudamérica.
El anterior récord verificado para el continente antártico -el continente y sus islas circundantes- fue de 17,5°C registrado en Esperanza el 24 de marzo de 2015.
El récord para la región antártica más amplia -toda la zona al sur de los 60 grados de latitud- es de 19,8°C (67,6F), tomado en la isla Signy el 30 de enero de 1982.
Proceso de verificación
Para verificar los dos nuevos récords de temperatura notificados, un comité de la OMM revisó la situación meteorológica en la península en ese momento.
Comprobó que un gran sistema de alta presión creaba vientos descendentes que producían un importante calentamiento local de la superficie.
Evaluaciones anteriores han demostrado que tales condiciones son propicias para producir temperaturas récord, dijo la OMM.
Los expertos examinaron los montajes instrumentales y los datos, y no encontraron ningún problema en Esperanza.
Sin embargo, un escudo antirradiación improvisado en la estación brasileña de la isla Seymour provocó un error de sesgo térmico demostrable en el sensor de temperatura del aire del monitor de permafrost, lo que hizo que su lectura no pudiera ser firmada como una observación meteorológica oficial de la OMM.
El nuevo récord de Esperanza se añadirá al archivo de extremos meteorológicos y climáticos de la OMM.
El archivo incluye las temperaturas más altas y más bajas del mundo, las precipitaciones, el granizo más pesado, el periodo seco más largo, la ráfaga de viento máxima, el relámpago más largo y las mortalidades relacionadas con el tiempo.
La temperatura más baja jamás registrada en la Tierra fue de 89,2°C bajo cero en la estación de Vostok, en la Antártida, el 21 de julio de 1983.
Preocupación por el calentamiento global
La temperatura media anual de la Antártida oscila entre los -10°C de la costa y los 60 grados centígrados bajo cero de las zonas más altas del interior.
"Incluso más que el Ártico, la Antártida está poco cubierta en términos de observaciones y previsiones meteorológicas y climáticas continuas y sostenidas, a pesar de que ambas desempeñan un papel importante en la conducción de los patrones climáticos y oceánicos y en el aumento del nivel del mar", dijo Taalas.
La temperatura media de la superficie de la Tierra ha subido 1°C desde el siglo XIX, lo que ha aumentado la intensidad de las sequías, las olas de calor y los ciclones tropicales.
Pero el aire sobre la Antártida se ha calentado más del doble.
Investigaciones recientes han demostrado que un calentamiento de 2 grados centígrados podría hacer que el derretimiento de las capas de hielo de Groenlandia y de la Antártida Occidental -con suficiente agua congelada para elevar los océanos 13 metros (43 pies)- sobrepasara un punto de no retorno.
"Este nuevo récord demuestra una vez más que el cambio climático requiere medidas urgentes", dijo la vicepresidenta primera de la OMM, Celeste Saulo, jefa del servicio meteorológico nacional de Argentina.
"Es esencial seguir reforzando los sistemas de observación, previsión y alerta temprana para responder a los fenómenos extremos que se producen cada vez con más frecuencia debido al calentamiento global".