Fuente: France Culture, Fayard - Junio 2021
En la base de la industria hay mucho más que una fábrica de productos. Hay mitos, una profunda creencia en el progreso, una fe en la racionalidad.
En una época de desindustrialización, un investigador ha examinado la industria como visión del mundo. Lejos de reconocer su desaparición, relata su génesis y analiza sus metamorfosis.
El filósofo Pierre Musso, profesor de Ciencias de la Información y la Comunicación en Telecom Paris tech, consejero científico en el Instituto de Estudios Avanzados de Nantes, publica ahora "La religión industrial. Monasterio, Manufactura, Fábrica", una genealogía de la empresa" publicada por Fayard.
Pierre Musso propone una tesis: La industria es una visión del mundo y no sólo un fenómeno histórico. Antes de ser una máquina, es una gran maquinaria intelectual. Vivimos y creemos en las "Revoluciones Industriales" que se multiplican desde hace dos siglos.
¿Qué constituye la materia prima de la innovación y la creación tecnológica? A esta pregunta, Pierre Musso responde sin dudarlo: la imaginación. El imaginario del ser humano occidental está construido sobre el mito prometeico de la dominación de la naturaleza. Pero para desarrollarla fue necesario romper con la visión contemplativa de la naturaleza desarrollada por la Antigüedad. El imaginario de la industrialización en el que todavía vivimos hoy se impuso entonces gradualmente como una nueva religión. Como cualquier religión, la industria tiene sus ceremonias, sus exposiciones, sus reuniones. Pero a diferencia de las religiones monoteístas centradas en la figura del padre, la industria se centra en una figura materna. O más bien una doble figura: por un lado una madre generosa que prodiga su generosidad a los humanos, por otro una madrastra cruel que maltrata a sus hijos.
Pierre Musso explora la genealogía de la religión industrial y pone de relieve tres grandes bifurcaciones institucionalizadas: en el monasterio (siglos XI-XIII), la manufactura (XVII-XVIII) y luego la fábrica (XIX), antes de constituir la empresa (XX-XXI). Su desarrollo se produjo a lo largo de ocho siglos para alcanzar su punto álgido con la "revolución de la gestión", la cibernética y la digitalización.
El libro ofrece una mirada antropológica y filosófica sobre el propio Occidente exponiendo su poderosa religión industrial, nunca vista como tal, pero que en realidad sostiene toda su arquitectura cultural. En este sentido, Musso dice que no ha habido "secularización", la religión no puede desaparecer: se metamorfosea y que con la "Revolución Industrial", se formuló un nuevo "cristianismo" tecno-científico.
Sobre la valorización del trabajo como puerta de entrada a la industria
Pierre Musso: Los orígenes de la imaginación industrial se remontan a San Pablo (Trabajarás con el sudor de tu frente) y a San Agustín (¿Qué harían los monjes si no trabajaran?). La revalorización del trabajo está claramente apoyada por el cristianismo, en particular en la regla benedictina, y triunfa en el monasterio. A partir de esta revolución gregoriana y papal, entre 1075 y 1215 con el IV Concilio de Letrán, tenemos la idea de que el ser humano continuará la creación de Dios, perfeccionándola con su trabajo. Era necesario tener esta visión del mundo para entrar en la industria. Etimológicamente, industria significa proyectar fuera lo que tenemos dentro, el aliento interior, el genio interior, lo encontramos en la palabra ingeniero: IN - y struere que en latín significa construir, ordenar. El primer significado de la industria es explorar, modelar, pensar, pero sobre todo hacer.
Algunas citas de una entrevista en France Culture.
"Nuestra visión de la industria es inexacta: nuestra sociedad es más 'hiperindustrial' que 'postindustrial'".
"El paradigma es doble: un encuentro entre el dogma cibernético y el dogma gerencial".
"Hemos entrado en una era de superracionalismo: el gobierno de los humanos por medio de cifras, números y máquinas".
"Pensar desde la empresa es equiparar la sociedad con una fábrica".
"La visión del mundo más compartida combina la fe y la ley: las reglas de creencia y las normas de comportamiento".
"La religión no desaparece, se metamorfosea".