El 10% más rico del mundo produce la mitad de las emisiones de carbono, mientras que los 3.500 millones de personas más pobres sólo producen una décima parte.
Por Oxfam - 2 de Diciembre de 2015
La mitad más pobre de la población mundial -3.500 millones de personas- es responsable de apenas 10 por ciento de las emisiones de carbono, a pesar de ser la más amenazada por las tormentas catastróficas, las sequías y otras perturbaciones meteorológicas graves relacionadas con el cambio climático. Estos son los resultados de un nuevo informe de Oxfam, publicado durante las conversaciones sobre el clima que se están llevando a cabo en París, que también muestra que el 10 por ciento más rico del mundo produce alrededor de la mitad de todas las emisiones.
El informe de Oxfam, "Extreme Carbon Inequality" (Desigualdad Extrema de Carbono), proporciona nuevas estimaciones de las emisiones del consumo por estilo de vida de los ciudadanos ricos y pobres de diferentes países. Aunque los negociadores podrían estar trabajando para alcanzar un acuerdo basado en las emisiones totales producidas por sus respectivos países, este análisis ayuda a disipar el mito de que los ciudadanos de los países en rápido desarrollo son de alguna manera los más culpables del cambio climático. Si bien las emisiones están aumentando más rápidamente en los países en desarrollo, gran parte de ellas se destinan a la producción de bienes consumidos en otros países, lo que significa que las emisiones asociadas con el estilo de vida de la gran mayoría de sus ciudadanos siguen siendo muy inferiores a las de sus homólogos de los países desarrollados.
Tim Gore, jefe de políticas alimentarias y climáticas de Oxfam, dijo: "El cambio climático y la desigualdad económica están inextricablemente unidos y juntos plantean uno de los mayores desafíos del siglo XXI. París debe ser el comienzo de la construcción de una economía más humana para todos, no sólo para los más ricos y los que más emiten, sino también para los más pobres, los menos responsables y los más vulnerables al cambio climático".
El informe, elaborado por Gore, aclara el alcance de esta desigualdad en la responsabilidad de las emisiones, a nivel mundial, dentro de los países y entre ellos. Por ejemplo:
Una persona en el uno por ciento más rico de la población mundial usa 175 veces más carbono en promedio que alguien del 10 por ciento más pobre.
Una persona en el 10 por ciento más rico de los ciudadanos de la India utiliza en promedio sólo una cuarta parte del carbono de alguien en la mitad más pobre de la población de los Estados Unidos.
Las emisiones de una persona en la mitad más pobre de la población india son en promedio sólo una vigésima parte de las de alguien en la mitad más pobre de la población estadounidense.
Las emisiones totales de la mitad más pobre de la población de China, alrededor de 600 millones de personas, son sólo un tercio de las emisiones totales del 10 por ciento más rico de los Estados Unidos, unos 30 millones de personas.
"Los ricos y altos emisores deben ser responsables de sus emisiones, sin importar dónde vivan. Pero es fácil olvidar que las economías en rápido desarrollo son también el hogar de la mayoría de las personas más pobres del mundo y, aunque tienen que hacer su parte justa, son los países ricos los que deberían seguir liderando el camino", dijo Gore.
Según el informe, las únicas personas que se benefician del statu quo y que pueden beneficiarse de un acuerdo débil en París son un grupo selecto de multimillonarios, que han hecho muchas de sus fortunas en la industria de los combustibles fósiles. Abordar la desigualdad económica en la que prosperan estos "grandes del carbono" es fundamental tanto para acabar con la pobreza extrema como para luchar contra el cambio climático.
Como ha demostrado un informe reciente del Banco Mundial, los más pobres son a menudo los más vulnerables y los menos preparados para hacer frente a los efectos del cambio climático, independientemente de las fronteras nacionales. Sequías, inundaciones y supertormentas han golpeado a ambos países como Estados Unidos y Filipinas. Las mujeres, especialmente las de las comunidades rurales, son las más expuestas, ya que a menudo dependen de la agricultura y tienen pocas oportunidades de ganarse la vida.
"Hay que ponerle un tope a la extrema desigualdad del carbono. Cualquier acuerdo debe mantener viva la posibilidad de mantener el calentamiento global a 1,5 grados centígrados, y proporcionar un gran impulso en la financiación para ayudar a las comunidades más pobres y vulnerables a adaptarse al cambio climático", continuó Gore.
Oxfam también pide que el acuerdo de París reconozca la necesidad de abordar las pérdidas y los daños causados por los efectos del cambio climático a los que no es posible adaptarse, así como de garantizar que todos los proyectos y acciones climáticas respeten los derechos humanos y la igualdad de género.
Traducido por Marco Ratto, voluntario en Climaterra