Fuente: The Guardian - Tom Perkins - 31 agosto de 2021
Se pensaba que los alimentos y el agua eran las principales vías de exposición de los seres humanos a los PFAS, pero un estudio señala el riesgo de respirarlos
Los compuestos tóxicos PFAS están contaminando el aire de los hogares, las aulas y las tiendas a niveles alarmantes, según un nuevo estudio.
Investigadores de la Universidad de Rhode Island y del Instituto de Política Científica Verde analizaron el aire interior en 20 lugares y detectaron las "sustancias químicas para siempre" en 17 de ellos. Se cree que los compuestos transportados por el aire se desprenden de los productos tratados con PFAS, como las alfombras y la ropa, y se adhieren al polvo o flotan libremente en el ambiente interior.
Sustancias químicas tóxicas "para siempre" contaminan los envases de plástico de los alimentos - aquí
Los expertos consideraban anteriormente que los alimentos y el agua eran las dos principales vías de exposición de los seres humanos a los PFAS, pero los autores del estudio señalan que muchos seres humanos pasan alrededor del 90% de su tiempo en interiores, y los resultados sugieren que la inhalación de las sustancias químicas representa probablemente una tercera vía de exposición significativa.
"Es una fuente subestimada y potencialmente importante de exposición a los PFAS", dijo Tom Bruton, coautor y científico principal de Green Science.
Productos tóxicos "para siempre" muy usados en las principales marcas de maquillaje . aquí
Los PFAS, o sustancias perfluoroalquílicas y polifluoradas, son una clase de unos 9.000 compuestos que se utilizan para hacer que los productos sean resistentes al agua, a las manchas o al calor. Al ser tan eficaces, estas sustancias químicas se utilizan en docenas de industrias y se encuentran en miles de productos de consumo cotidiano, como protectores contra las manchas, alfombras y zapatos. Los fabricantes de productos textiles los utilizan para producir ropa impermeable, y se emplean en ceras para suelos, utensilios de cocina antiadherentes, envases de alimentos, cosméticos, espumas contra incendios y mucho más.
Los PFAS son conocidos como "sustancias químicas eternas" porque no se descomponen de forma natural. Se acumulan en los animales, incluidos los seres humanos, y están relacionados con el cáncer, los defectos de nacimiento, las enfermedades hepáticas, las enfermedades de la tiroides, la disminución de la inmunidad, las alteraciones hormonales y una serie de otros problemas de salud graves.
Un análisis de productos domésticos realizado por The Guardian en febrero encontró flúor, un indicador de PFAS, presente en 15 artículos. El uso de estas sustancias químicas está tan extendido que es difícil decir con precisión de dónde proceden todos los PFAS transportados por el aire, aunque el nuevo estudio también detectó su presencia en alfombras y ropa en algunos lugares.
El estudio, publicado el martes en Environmental Science & Technology, utilizó una nueva técnica de medición de PFAS para comprobar el aire. Encontró niveles especialmente altos en varias aulas de guardería y también comprobó la sala de suministros de una tienda de ropa de exterior, oficinas, varias aulas universitarias, laboratorios universitarios y un ascensor.
Un estudio de 2017 encontró una correlación entre los altos niveles de PFAS en el aire y en el suero sanguíneo humano, y el nuevo estudio utilizó un modelo que encontró que los niños de jardín de infantes probablemente estaban expuestos a más PFAS al respirarlos que al ingerir los compuestos.
"Esto refuerza la idea de que, mientras haya PFAS en los productos que nos rodean en nuestros hogares y en nuestras vidas, habrá alguna cantidad que acabe en el aire, que acabe en el polvo, y que acabaremos respirándola", dijo Bruton.
También son destacables los tipos de PFAS que detectó el estudio. Entre los más frecuentes estaba el 6:2 FTOH, un compuesto utilizado en ceras para suelos, protectores contra las manchas y envases de alimentos. La industria afirmaba anteriormente que el 6:2 FTOH era seguro, pero en mayo The Guardian reveló que dos de los principales productores de PFAS habían ocultado estudios que sugerían que los compuestos son muy tóxicos en dosis bajas en animales de laboratorio y permanecen en el cuerpo de los animales durante mucho más tiempo de lo que se sabía.
La ciencia de la industria, las agencias federales y los investigadores independientes vinculan ahora el 6:2 FTOH con enfermedades renales, cáncer, daños neurológicos, problemas de desarrollo, dientes moteados y trastornos autoinmunes, mientras que los investigadores también encontraron mayores tasas de mortalidad entre los animales jóvenes y las madres humanas expuestas a los productos químicos.
El nuevo estudio también halló niveles elevados de 8:2 FTOH, un tipo de compuesto que los principales fabricantes de PFAS de EE.UU. afirmaron haber retirado de la producción por su peligrosidad. Su presencia sugiere que no todas las empresas lo han eliminado, o que se encuentra en productos fabricados en países donde la sustancia química no se ha eliminado.
"Para mí, ésta es una razón más para cerrar el grifo de la producción y el uso de PFAS", dijo Bruton.