SERIE "EL DAÑO HUMANO DEL SISTEMA": El neurólogo francés Michel Desmurget denuncia el tiempo pasado en las pantallas: "Entre los adolescentes, es tremendo y fuera de control".
Fuente: Europe 1.
El doctor en neurociencias y director de investigación del Inserm, Michel Desmurget, advirtió sobre los peligros de las pantallas para los niños. Este es también el tema de su último libro "La fabrique du crétin numérique", publicado en Le Seuil. (La fábrica de Idiotas)
Invitado a un programa de televisión francés, Culture Media, desmitificó a la famosa generación de "nativos digitales". Por primera vez en la historia de la humanidad, el coeficiente intelectual medio ha bajado, y para el neurocientífico, las pantallas son las responsables.
Según Michel Desmurger, la observación es clara, los cerebros de los niños no están hechos para estar expuestos a las pantallas: "Es un peligro general que afecta a todos los factores de desarrollo, afecta al desarrollo intelectual, al lenguaje, a la atención, a la memorización, al desarrollo emocional y social.
También da cifras sobre el tiempo de exposición, según la edad de los niños. Cifras similares en todo el mundo, en Francia, Estados Unidos y Australia: "Para los niños de dos o tres años, son casi tres horas al día, para los de ocho años son casi cinco horas, y luego para los adolescentes se vuelve estratosférico, ya que está entre seis horas y media y siete horas. ¡Esto es demasiado! Es extravagante y fuera de lo común! No es excesivo, estamos más allá del exceso!"
"Nunca en la historia de la humanidad se había llevado a cabo un experimento de descerebración de tal envergadura",
Sin pantalla antes de los 6 años
El director de investigación del Inserm también aprovecha la oportunidad para disipar el mito de los "Nativos digitales", la generación que creció al mismo tiempo que el desarrollo de Internet: "Es un mito muy práctico, nos permite decir "aprenden, saben de otra manera", cuando los miramos, realmente saben cómo usar aplicaciones triviales, pero el hecho de que sepas usarlas no significa que sepas usar todo lo que lo digital puede tener de positivo. Sólo porque uses Facebook, Snapchat o descargues un podcast no te convierte en un gran informático".
El autor también explica que las herramientas digitales no pueden reemplazar el aprendizaje de la vida real: "Cuando un adulto quiere explicarle a un niño lo que es un vaso, se lo muestra y en tres pasos lo ha entendido. Sin embargo, nos damos cuenta de que con las herramientas digitales se necesitan entre 20 y 60 repeticiones para que entienda qué es el objeto en cuestión".
Por último, Michel Desmurger da algunos consejos a los padres sobre el uso de sus herramientas digitales en sus hijos: ninguna pantalla antes de los 6 años, uso limitado de menos de una hora después de los 6 años, evitando la exposición a videojuegos violentos o sexuales. Otras recomendaciones incluyen evitar comer mientras se miran las pantallas para promover la concentración y la interacción social.
A continuación se presenta la síntesis de venta del libro:
Los peligros de las pantallas para nuestros hijos
Michel Desmurget
El consumo de tecnología digital en todas sus formas -teléfonos inteligentes, tabletas, televisión, etc.- es un gran desafío. - y para las nuevas generaciones es astronómico. A partir de los 2 años, los niños de los países occidentales acumulan casi 3 horas de pantallas cada día. Entre los 8 y los 12 años, pasan a las 4:45. Entre los 13 y los 18 años, son casi las 6:45. En totales anuales acumulados, estas prácticas representan alrededor de 1.000 horas para un estudiante de kindergarten (más que el volumen por hora de un año escolar), 1.700 horas para un niño promedio (2 años escolares) y 2.400 horas para un estudiante de escuela secundaria (2,5 años escolares).
Contrariamente a algunas ideas preconcebidas, esta profusión de pantallas está lejos de mejorar las habilidades de nuestros hijos. Por el contrario, tiene consecuencias graves: en la salud (obesidad, desarrollo cardiovascular, esperanza de vida corta, etc.), en el comportamiento (agresividad, depresión, comportamiento de riesgo, etc.) y en las capacidades intelectuales (lenguaje, concentración, memoria, etc.). Todas estas son violaciones que afectan fuertemente el éxito académico de los jóvenes.
"Lo que les hacemos a nuestros hijos es imperdonable. Nunca en la historia de la humanidad se había llevado a cabo un experimento de descerebración de tal envergadura", afirma Michel Desmurget. Este libro, la primera síntesis de estudios científicos internacionales sobre los efectos reales de las pantallas, es el de un hombre enfadado. La conclusión es irrefutable: ¡cuidado con las pantallas, venenos lentos!